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domingo, 30 de agosto de 2015

BODEGAS DON ÁLVARO DE LUNA

Bodegas Don Álvaro de Luna. 
Vinos de Madrid
 

Bodega Don Álvaro de Luna (S.A.T 2906) queda constituida en 1960, recogiendo el buen hacer artesano de la región. Bodegas de larga tradición con caldos ya famosos desde el siglo XII, cuando eran considerados uno de los mejores proveedores de la casa real, que sirven para maridar con los mejores platos de nuestra gastronomía. La cooperativa de vinos Bodega Don Alvaro de Luna, convive hoy día con otras bodegas privadas como Valleyglesias o Bernabeleva, con una extensión de 1.800 hectáreas de viñedo propio, lleva el nombre de uno de los personajes más carismáticos e influyentes de la corte de Castilla y León durante el siglo XV, quien mandó erigir el castillo de la Coracera, imagen simbólica de San Martín de Valdeiglesias. Tras un impecable ejercicio de crecimiento y modernización, Bodegas Don Álvaro de Luna ha conseguido hacerse con un lugar privilegiado entre los vinos de esta D.O. Produce una media de dos millones y medio de litros anuales, comercializados bajo las marcas Andrevo, Novuss, Qvod 1 y 1434.

Castillo de la Coracera (San Martín de Valdeiglesias)

El castillo de la Coracera está situado en el municipio de San Martín de Valdeiglesias, en el extremo suroccidental de laComunidad de Madrid (España). También es conocido como castillo de San Martín de Valdeiglesias. Esta fortaleza, construida en el siglo XV, se encuentra en un buen estado de conservación, como consecuencia de varias obras de rehabilitación, emprendidas hacia 1940 y en los primeros años del siglo XXI.
Su propiedad corresponde a la Fundación Castillo de la Coracera, constituida en el año 2003. Esta entidad, formada por el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias y un particular, está rehabilitando el edificio para su uso público. En él se va a instalar el Museo de los Vinos de Madrid y está previsto que albergue otras dependencias, destinadas a la difusión turística y cultural de la zona.


El castillo de la Coracera fue mandado levantar por Álvaro de Luna en el siglo XV, como residencia y pabellón de caza. No obstante, existen referencias de una construcción anterior, que datan de tiempos de Alfonso VIII de Castilla, en los siglos XII y XIII.
Además de por Álvaro de Luna y sus herederos, la fortificación ha sido utilizada por distintas personalidades históricas, entre las que destaca la reina Isabel la Católica, que residió en ella cuando fue proclamada heredera de la Corona de Castilla.
El castillo fue primeramente posesión señorial y posteriormente real. En el siglo XIX, quedó en manos del Barón de Sacro Lirio, que lo utilizaba a efectos recreativos y cinegéticos. Así se mantuvo durante todo el siglo XX. Tras la extraña muerte del último propietario en 1985, el castillo quedó sin dueño hasta su adquisición en 2003 por el Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias.

La fortaleza está construida en piedra berroqueña. Es de planta cuadrada y se articula alrededor de tres grandes volúmenes, de forma circular, sobre los que destacan la torre del homenaje y una torre que hace la función de albarrana. El conjunto está rodeado de una barbacana, de unos cuatro metros de altura, situada a unos cinco metros de distancia del núcleo principal.
La torre del homenaje, de sólido aspecto, tiene forma pentagonal y presenta tres garitones. A sus pies se sitúa la puerta de acceso, formada por dovelas de granito, de medio punto.
Todo el conjunto se encuentra almenado. Las almenas fueron incorporadas en una de las restauraciones efectuadas en el siglo XX.
En lo que respecta al interior, el patio de armas es el punto de distribución de las diversas dependencias, entre las que sobresalen la capilla y la bodega.


Vino tinto de la variedad "Garnacha" 2010 graduación 13,5% Rojo granate picota muy intenso. Aroma de buena intensidad, con sensaciones de cierto verdor en primer plano y un fondo de fruta roja. En boca es de cuerpo medio, con acidez correcta, poco expresivo y con un final discreto.
Vino blanco de la variedad "Albillo" 2013 graduación 12% Color amarillo pajizo. En nariz se aprecia la manzana verde, notas de cítricos (pomelo) y melón. Muy floral (margaritas,rosas). En boca es agradable. Untuoso y goloso. Toques de amargor y acidez bien combinados que le dan alegría. Persiste ese amargor en boca que lo hace fácil de beber y amable. Lo mejor, el precio: 3 euros. Precisamente ahora 30 de agosto se está vendimiando esta variedad.
 Vino rosado variedad garnacha cépage 2010, con un color rosa fresa muy atractivo y bien conservado. Limpio y muy brillante, y con lágrima abundante al agitar la copa.
Se muestra franco en nariz y con una intensidad aromática media – alta. Aparecen aromas limpios a frutos rojos, predominando la fresa y la frambuesa. Notas golosas que recuerdan a las gominolas. En nariz resulta un vino muy atractivo.
Se trata de un vino ligero en boca y muy fresco, debido a una alta acidez, quizá un poco elevada, que despunta ligeramente pero compensa bien el elevado grado alcohólico de este rosado. En líneas generales resulta agradable en boca, con una persistencia media, recordando a la fruta roja por vía retronasal.
Este vino rosado conserva muy bien la juventud y posee un atractivo color. Su nariz es muy agradable y en boca se muestra correcto. Su relación calidad-precio es indiscutible. 

El estuche con los tres vinos 8,99 euros.

Vino tinto Crianza 2009  de la variedad "Tempranillo" de color rojo rubí cereza, permanece cinco meses en barricas de roble americano. Intenso en nariz, con aromas de crianza muy marcados, en boca resulta seco, afrutado y estructurado.
La botella sale por 4,20 Euros.

Calle del Arco

San Martín de Valdeiglesias, tuvo gran esplendor en la Edad Media que se refleja en su casco urbano. La ciudad se levanta en la ladera de un cerro, resultando un entramado de calles en cuesta; en la cima del cerro destaca la silueta del viejo castillo. La ciudad así configurada resultaba fácilmente defendible en otras épocas.

Iglesia de San Martín obispo
Ubicado en el lateral de la Plaza Real, es un templo de estilo herreriano construido sobre las ruinas de un pequeño templo, después de que los lugareños en el siglo XVII denunciaran a los perceptores de los diezmos ante el Consejo de Castilla por no cumplir con su obligación de mantener el templo. El Consejo da la razón a los vecinos y obliga a financiar la construcción de una nueva iglesia. Esta se realiza bajo la dirección de Pedro Sánchez, que levantó un edificio de planta basílica, de tres naves, cubierta con bóveda de cañón, aunque la torre no llegó a terminarse y tuvo que ser rematada hace poco con un templete.